Completar la vida
¿Cuándo puede sentir alguien que ha "completado la vida"? La interrogante me da vueltas desde hace algunos días. El Gobierno holandés estudia presentar una ley que permitiría, si se llegase a aprobar, el suicidio asistido de sus ciudadanos si éstos sienten que han completado su vida.
No movidos por una enfermedad terminal o algo similar sino únicamente por aquella decisión, íntima, filosófica y kafkiana, de decidir que hasta ahí nomás se llega. C'est fini. Cambio y fuera.
Holanda ya legalizó la eutanasia en el 2002 para individuos afligidos por dolores insoportables y sin esperanza de cura. Y, sólo en el 2015, de las 5.516 muertes sucedidas en toda la nación el 3,9% correspondió a eutanasias.
Un porcentaje altísimo, más aún si consideramos que este procedimiento no es ni siquiera legal en la mayoría de países del mundo.
Según el Gobierno, esta posibilidad estaría reservada exclusivamente a los ancianos y vetada para cualquier otra persona.
Extendida incluso a casos de enfermedades mentales y demencia, como de hecho ya se hace de facto dentro de la ley actual, a pesar de no esté permitido.
La lógica que explica esta propuesta es, por supuesto, la imposibilidad de que una persona se quite la vida sin asistencia de terceros o, según consideran algunos, la de proveer a un ser humano una muerte más civilizada, aceptada y acordada que la un fulminante y abrupto suicidio.
Pero la gran pregunta es esa: ¿cuándo está completa la vida?
cc) Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 6 de noviembre del 2016)