Adiós a las matemáticas

La educación escolar y secundaria de los países nórdicos ha sido un referente de excelencia desde
hace algún tiempo. 

Políticos de derecha e izquierda, académicos y hasta pensadores de cualquier índole han catalogado sus sistemas educativos como los mejores del planeta. 

Así como la mejor educación universitaria se encuentra en el mundo anglosajón, la mejor preuniversitaria –como sistema– se encuentra en los países nórdicos, especialmente en Suecia, Finlandia, Noruega, Dinamarca e Islandia.

Por eso resulta sorprendente el último anuncio de la educación en Finlandia. Se ha establecido que, paulatinamente, materias como matemáticas, historia, literatura o física desaparezcan del menú de los estudiantes finlandeses. 

Ahora se estudiarán temas concretos y se espera que los estudiantes entiendan por qué es importante estudiarlos. En ese sentido, habrá la clase “Unión Europea” o “Globalización” que reúna temas de economía, historia, política y que presenten a un individuo las interrelaciones entre disciplinas y no conclusiones aisladas en materias concretas.


Quienes han ideado este nuevo sistema creen que permitirá una mejor integración de los graduados al mercado laboral moderno, que ya cuenta con computadores suficientes para hacer cálculos matemáticos. 

Las clases tampoco tendrán un solo profesor, sino dos o tres al mismo tiempo. Así, se acabará con el recital de una sola persona y el centro será una conversación entre expertos, que además procuren la interacción máxima entre alumnos. Según ellos, ésta es la educación del siglo XXI.

Más allá de las abismales condiciones que nos diferencian de los sistemas nórdicos, este interesante cambio genera algunas interrogantes. ¿Será un mejor sistema? ¿Qué hay de malo en el aprendizaje por materias estáticas que tenemos actualmente? 

Creo, por ejemplo, que tomar niveles complejos de cálculo diferencial en el colegio le ayudan a uno a potenciar la cabeza así no vayan a ser útiles en el futuro –yo soy abogado y no los he necesitado hasta ahora. Sin embargo, también creo que en muchas materias se pierde el tiempo y una combinación con el método de “temas concretos” sería beneficiosa, tal vez más útil para lo que enfrentamos en el día a día.


©Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 29 de marzo de 2015)
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