Argentina reciclable
Argentina es un país interesante, no hay nada que hacer. No
sólo por su historia, su tango y su mezcla de culturas, sino también por su
política. Es interesantísima. Ahora, con las últimas elecciones nos ha puesto a
pensar en otra vez en ella, en lo pasará en el 2015. ¿Podrán hacerse con el
poder las nuevas figuras “opositoras”? Hoy lo veo probable, a diferencia de lo
que pensaba hace algunos meses.
A la Argentina le sigo mucho, lo confieso. Desde pequeño, cuando
veía a Menem por televisión dando grandes discursos y demostrando poder con
esas cinematográficas patillas, hasta ahora que he sido testigo de la década
Kirchner. Últimamente, el toque humorístico que le ha dado Jorge Lanata a la
política y sus críticas tan afiladas me han obligado a seguirla aún más. Ver
cómo ha descifrado todo el descalabro del kirchnerismo, desde sus negociados hasta sus bóvedas secretas ha sido fascinante.
¡Las historias del gordo le han ganado en rating al fútbol nacional! ¡En
Argentina! Si no lo han visto hasta ahora les recomiendo hacerlo ya. Cuando de
investigación periodística se trata, Lanata da clases a cualquiera.
También la sigo con detenimiento porque tengo buenos amigos
allí. Que claro, hoy la pasan muy mal con la situación que atraviesa su patria.
Es terrible ver los malabares que tienen que hacer con su dinero para sortear
los cambios impuestos por el gobierno. Por la mala economía y el férreo control
de divisas, para ellos no es lo mismo comprar con tarjeta de crédito que
hacerlo con billetes. Hace algunos meses lo presencié en otro país y, hace dos
semanas, aquí en Ecuador. En un supermercado de Quito, una argentina buscaba
desesperada alguien que le permitiese pagar la cuenta con su tarjeta a cambio
de algunos billetes. Iba de caja en caja, preguntando a cada persona que hacía
fila.
Un ejemplo más de lo que la “interesantísima” política también
le puede hacer a sus ciudadanos. Si con el liberalismo y los buenos políticos
llegaron a ser potencia mundial y a tener una de las poblaciones más educadas y
cultas del mundo hoy, con los malos políticos, tienen que pasar esas penurias.
Por eso, las recientes elecciones sí nos deberían llamar la
atención. Más aún cuando el candidato que posiblemente sea el contrincante del
gobierno en el 2015 es, nada más y nada menos, que un ex colaborador y ex jefe
de gabinete del mismo Kirchner. ¿Pasaría lo mismo en el Ecuador del 2017?
©Artículo publicado en el Diario El Heraldo (mar 29 de
octubre de 2013)