El otro Obama
Es curioso, pero cuando votamos por alguien rara vez
indagamos exhaustivamente su pasado, su historia y su entorno familiar.
Nos
fijamos más en sus ideas, en su discurso y hasta en otras cualidades como el
físico y la sonrisa. El voto rara vez es racional sino que más bien es
emocional.
Eso hace que muchos candidatos sean elegidos en momentos precisos
sin que sus votantes sepan realmente quienes son, sin saber lo que realmente
defienden y sin conocer las agendas propias que los guían en cada decisión. Ahí
vienen las sorpresas.
El documental del periodista conservador indú-estadounidense
Dinesh D´Souza titulado “2016: La América de Obama” es la disección de un
político que llegó al puesto más codiciado de la política mundial, sin que
alguien sepa realmente quién era y qué defendía.
Barack Hussein Obama, el senador negro que derrotó a todos
el 2008 y maravilló al mundo con su propuesta de cambio, tiene antecedentes tan
ambiguos que, si se hubieran conocido en campaña, probablemente no le hubieran
permitido ganar las elecciones. Antecedentes que también nos ayudan a explicar
sus ideas sobre armamento nuclear, guerras, estatismo y gasto público.
En lo
personal, me parece que también explica su inacción frente a la amenaza más preocupante
que enfrenta el mundo actualmente: el Estado Islámico.
Obama tuvo un entorno familiar único. Su padre, un
intelectual keniata que estudió en Harvard, de izquierda y antiestadounidense,
no fue su único mentor y gran motor de vida. Cuando vivió con su madre en
Hawaii, su abuelo materno Stanley (un hombre de izquierdas también) le puso
como tutor personal durante ocho años a Frank Marshall Davis, un periodista en
la lista de peligrosidad del FBI y con el carnet No. 47544 del Partido
Comunista de los Estados Unidos.
Ya en la universidad, se relacionó y trabajó con profesores
marxistas y activistas como Bill Ayers que incluso participaron en atentados
terroristas contra el Pentágono. Y los hechos que nos presenta el gran trabajo
de D´Souza son muchos más. Sin duda vale la pena verlo.
La gran pregunta es: ¿quién está sentado en el Despacho
Oval?
©Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 8 de
febrero del 2015)