No pienses en el elefante
Si hay algo que no podemos cuestionar a este gobierno es el manejo
tan efectivo y preciso que ha dado a la propaganda.
Podemos cuestionar los
ingentes recursos destinados a la misma, la utilización mesiánica de la figura
presidencial o el descrédito tan enfermizo a los opositores, pero no podemos
cuestionar que la han empleado de forma efectiva para sus propósitos.
Copando
todos los espacios de comunicación, en tiempos de campaña electoral o sin
elecciones, han trasladado mensajes en piezas publicitarias bien logradas (el
spot “La Bicicleta” en las elecciones del 2013 fue espectacular) y han conseguido
sus objetivos, muchos dirán que esos también bastante cuestionables.
Por eso, me ha causado una gran sorpresa el nuevo video
promocional “Si esta fuera una dictadura-#ElCorazónEstáDictando”.
Para los que
todavía no han visto, allí básicamente se dice que en el Ecuador no se vive una
dictadura y se recalca que con ellos se ha recuperado todo—hasta la nieve del
Tungurahua que desapareció por la crisis bancaria, y claro, no por el proceso
eruptivo de 1999.
Lo cierto es que el spot es desatinado y refleja algo
interesante que hasta ahora no habíamos comprobado: existe una percepción
ciudadana de que estamos viviendo en una dictadura o en algo muy parecido a
ella.
Si no, ¿cómo explicamos que un gobierno tan informado (porque no solo ha
sido el amo de la propaganda sino también el de las encuestas) decida desmentir
con una pieza publicitaria que vivimos en una dictadura?
O, lo que es peor,
admitir que si vivimos en una seguramente será una muy amorosa porque…es el
corazón el que está dictando. ¿El corazón de quién? ¿De Bob Esponja?
Me sorprende un error tan novato de quienes manejan la
comunicación en el gobierno. Desmentir que hay dictadura es, precisamente,
entrar en el juego de los opositores que desde el primer día han dicho que
estamos en dictadura.
¡Y que palabra tan fea es! Indeseable que se la digan a
un jefe, a un padre de familia o, peor aún, a un presidente. Finalmente han
caído en la trampa dialéctica que les tendió la oposición.
“No pienses en una
dictadura” es casi igual al “no pienses en un elefante” que propuso George
Lakoff. ¡Lo primero que haces es pensar en el elefante!
©Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 10 de
mayo de 2015)