El gran lío de Uber, Cabify y Airbnb
Existen retos que
todavía no sabemos cómo sortear.
Que todavía no tienen receta exitosa, como la
presencia de dinámicas plataformas tecnológicas como Uber, Lyft, Cabify o
Airbnb que, inminentemente, colisionan con estructuras preestablecidas y
generan tensión económica en todos los países, sin excepción.
Fundamentalmente
hay dos sectores que, por lo pronto, se ven amenazados: el del transporte y el
de la hotelería.
Estoy seguro de que vendrán más en un futuro cercano debido a
la rapidez del desarrollo tecnológico, como el de la construcción con impresoras
3D ya sin ingenieros ni albañiles.
El caso de Uber,
por ejemplo, ha sido enigmático.
Varias circunscripciones han prohibido su
funcionamiento y, hace pocos días, se anticipó lo que podría ser su golpe más
fuerte hasta ahora: dejar de ser considerada como una mera aplicación que junta
conductores y pasajeros y pasar a ser considerada una compañía de transporte.
Lo cual, evidentemente, le obligaría a cumplir con las duras obligaciones a las
que están sometidas dichas compañías.
Ha sido la tajante
opinión del abogado general del Tribunal Europeo de Justicia (TJUE) con sede en
Luxemburgo, luego de un requerimiento solicitado por un tribunal español de
Barcelona en un litigio iniciado por los taxistas de la ciudad contra el
gigante norteamericano.
Si Uber es -como
menciona el máximo tribunal europeo- una compañía de transportes, sus horas
felices podrían estar cerca de terminar. Peor aún luego de que Lyft ya le
superó en su mejor mercado, Estados Unidos.
El sector
hotelero también tiene su propia amenaza con la presencia de Airbnb.
Tal ha
sido la tensión, que localidades tan turísticas como Palma
en España han prohibido terminantemente el arriendo privado a través de la
plataforma y han impuesto multas de hasta 40.000 euros. Una solución nada sutil
que también fue ya revertida
por un tribunal.
Existen
tensiones, como es lógico. Y existen retos, evidentemente.
Pero también existen
ejemplos de lugares en donde ya se ha llegado a un equilibrio y hacia allá
debemos caminar. La revolución tecnológica recién está empezando.
Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 14 de mayo del 2017)