Niños usados
La escandalosa utilización de
niños y bebés en las propagandas gubernamentales me produce una sensación de fastidio
y, a la vez, de sorpresa. De lo que hemos visto en estos meses, parecería que el
marketing político ha perdido todo tipo de pudor (si es que alguna vez lo tuvo)
al tratar de vender los planteamientos oficiales utilizando imágenes de bebés y
de niños.
El aparato propagandístico estatal se afina especialmente en los
horarios estelares de radio y televisión, sin escatimar costos. Se interrumpen noticieros,
novelas y hasta nos invaden en los partidos de futbol. ¿Existe acaso mayor
tortura que tener propagandas a quemarropa en los partidos de la selección? No
creo.
No hemos tenido tregua. Ahora me
explico por qué la televisión pagada ha crecido tan rápido en nuestro país ¡todos
quieren huir de los canales nacionales! Este año, el bombardeo publicitario de
contenido infantil comenzó a raíz del pedido presidencial de explotar el Yasuní
ITT y ha continuado con el tercer cumpleaños del 30-S. La primera ráfaga tuvo
como protagonista a un indefenso bebé pinchado con una jeringa para velar “por
su propio bien” y mantenerlo 99% intacto. Y la segunda, (que espero termine cuando
veamos el partido clasificatorio entre Ecuador y Uruguay) la protagoniza la
niña Megan, prima hermana de “Dolores Argentina”, antiguo producto publicitario
de la campaña presidencial de Cristina Kirchner en el 2007.
Tanta parafernalia publicitaria
me lleva a una sola pregunta: ¿Dónde están los autoproclamados “defensores”
oficialistas de los bebés y los niños? Antes cuestionaron a un asambleísta por publicar
una foto en donde aparecían sus hijos junto al presidente Correa y lo destrozaron
ante la opinión pública. Ahora no dicen nada. No han puesto el grito en el
cielo ante las evidentes violaciones al Código de la Niñez y Adolescencia que
prohíbe utilizar este tipo de imágenes en actividades políticas. Y claro, mientras
calculadamente callan ante estas violaciones, al mismo tiempo hacen gala de su
falso moralismo dedicándose a despotricar y a solicitar sanciones judiciales
contra un periódico que publica imágenes de mujeres en bikini. Eso sí les
molesta y les indigna.
Les hubiera servido escuchar al
presidente Mujica en la intervención que tuvo en las Naciones Unidas hace
poquísimos días. Mujica, aparte de las folclóricas críticas que dirigió a lo
que él cree que es el capitalismo, dijo algo valioso que calza en estos momentos
de bebés y megans: “hay marketing para todo (…) todavía las
campañas de marketing caen deliberadamente sobre los niños y su sicología para
influir sobre los mayores y tener, hacia el futuro, un territorio asegurado.”
©Artículo publicado en el Diario
El Heraldo (01-10-2013)
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