Recetas para la quiebra

Tsipras
Lo que ha pasado en Grecia es el ejemplo de lo que no debe hacer un país. 

Por parte de los políticos, en primer lugar, y por parte de los votantes, en segundo lugar. 

Quizás éstos últimos con la mayor culpa de todos: han puesto a los políticos en sus cargos.

Se ve y se siente la irresponsabilidad de los griegos. No sólo se han acostumbrado al gasto público alegre y desmedido sino que han pensado que con Alemania y otros países europeos cumpliendo un papel de padres aguantadores, ellos podrían seguir la fiesta del hijo malcriado y libertino.

Luego, cuando llegó el momento de la verdad, prefirieron darle su voto a políticos irresponsables y cantamañanas como Syriza y su jefe Alexis Tsipras y continuar con la farra.

Varoufakis
Ya en el ejercicio del poder, los flamantes gobernantes no han acertado una con el Eurogrupo, han mandado a un showman como Varoufakis a que negocie sin éxito (cuando a éste más le interesaba la fama internacional) para, finalmente, terminar sometiéndose al acuerdo que siempre se negaron a aceptar.

¡Ah! Y en el entremedio han provocado un feriado bancario, espantado todo capital extranjero, han hecho una consulta popular mentirosa y han entrado en la historia por causar el mayor retiro de depósitos de los griegos. 

En pocas palabras, han quebrado al país y lo han sepultado con piedras y concreto. No quiero ni saber que harán con el nuevo préstamo de 7.000 milones de euros que recibirán (otra vez) del Eurogrupo...

Es lamentable, la verdad, que un país tenga que pasar por esas penurias. 

No se las deseo a nadie (mucho menos a nosotros los ecuatorianos) pero claro, hay que conocer las consecuencias de la irresponsabilidad, de la mentira y de la politiquería. Lo de Grecia ha sido la receta de la quiebra. ¿Irá el Ecuador hacia allá?


Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 19 de julio de 2015)
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