El bulldog y la guerra
Aunque popular,
la creencia de que las masas humanas generan cambios en la historia es errada.
Absolutamente errada. Son los individuos, con sus fuerzas internas y sus
ambiciones personales, los que mueven el curso de la historia.
Que luego se les
sumen más individuos es diferente pero, por sí misma, la masa o el ´pueblo´ no
cambia nada.
Me he encontrado
con uno de esos episodios en la magnífica y prolífica disección del gran
Winston Churchill que hace Boris Jonhson en el libro "El Factor
Churchill".
El actual Alcalde de Londres -también exitoso en el
periodismo- rememora la fuerza solitaria del viejo "bulldog" inglés,
contra todos y contra todo, en la Segunda Guerra Mundial.
Corría el año
1940 y los ingleses se debatían entre la vida o la muerte. El poderío militar
de Hitler arrasaba Europa -los franceses ya habían caído- y solo faltaba
Inglaterra en la colección personal del Führer para atacar su verdadero
objetivo desde el principio: Rusia.
Para Inglaterra y
para futuro del mundo sólo bastaba una decisión impostergable: pelear contra
Alemania o aceptar la mediación italiana y, finalmente, buscar un acuerdo con
Hitler para que no mueran más ingleses.
Inglaterra estaba sola en el mundo, y
los norteamericanos todavía no entraban a la guerra, aislados por su sinsabor
de tantas vidas perdidas en la Primera Guerra Mundial.
La decisión se
tomó en un salón del Parlamento Británico y la tomó un sólo hombre, contra toda
la clase política de su país, e incluso, contra lo que la mayoría de ciudadanos
creía.
Estaba sentado con Halifax, Chamberlain, Sinclair, Attlee y Greenwood,
los mayores líderes del oficialismo y la oposición del momento, y todos le
aconsejaban que se acepte la mediación, que no había otra opción razonable.
Stalin, Roosevelt y Churchill. |
El resto de la historia
la conocen ustedes; se derrotó al mal con el dinero de los norteamericanos y
con los soldados de los rusos pero, fundamentalmente, con el carácter de un
solo hombre: Winston Churchill.
Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 27 de septiembre de 2015).