Narcoamores prohibidos
Sabemos que hay
historias de amor donde menos nos imaginamos.
Y también que donde hay historias
de amor hay damnificados. Es la regla. Directos o colaterales, alguien paga los
platos rotos hasta en las películas más melosas de Disney.
Lo que si nunca hubiéramos imaginado es que en la captura del Chapo habría una historia de amor. Y no una de las clásicas donde el criminal acorralado lucha por defender a su familia o verla por última vez sino una menos profunda y graciosamente cierta.
Él, el narcotraficante más poderoso del
mundo y más buscado por la justicia se obsesionó perdidamente por Kate del
Castillo, estrella mejicana y protagonista de "La Reina del Sur" (una
telenovela de narcotraficantes, para variar).
Si eso no es un culebrón de
antología no se qué lo sea. El que hasta hace meses incluso amenazaba al Estado
Islámico por interferir con sus cargamentos de droga, al mismo tiempo soñaba
con presentar su conquista a su madre. ¡Qué humanos son hasta los delincuentes
más sanguinarios!
Todavía se
desconoce que sucedió entre los dos pero la jugosa transcripción de los mensajes
que intercambiaron por meses ya se ha publicado. ¡Y vaya que es entretenida!
Desde
la inquietud del gran capo y su subalterno por saber si Sean Penn era o no
famoso hasta la preocupación por el color de celular que le comprarán y le
regalarán a Kate para que se comunique. Resulta insólito verlo preocupado por
el precio del aparato y por el color. "Que sea rosa...color de
mujer", menciona.
Más adelante
sabremos si la exclusiva entrevista que le hicieron contribuyó o no a su
captura, pero hay algo de lo que estamos seguros: la vanidad y los delirios de
grandeza lo traicionaron.
Y las mariposas en el estómago o en otro lugar más
abajo lo sepultaron. La entrevista que le reveló al mundo le encontró
nuevamente preso y no es seguro que su actriz favorita le acompañe en la celda
de al lado.
©Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 18 de enero del 2016)