Tozudez política


Lo recientemente sucedido con el Partido Socialista español es el resultado de una inexplicable tozudez política muy mal pensada y ejecutada. El otrora rival del PP ha sido finalmente superado por el Podemos de Pablo Iglesias y el famoso zarpazo se ha cumplido.

La última encuesta de Metroscopia lo confirma. El PSOE pierde la segunda posición y se convierte en uno de los partidos que más antipatía genera entre los electores. El Partido Popular y Podemos, en cambio, mejoran sus números y su imagen entre la gente, a pesar de que el uno siga inmerso en inacabables procesos judiciales por corrupción y el segundo en una pugna interna por el control de la estructura.

Era algo previsible. Pero la gran pregunta es por qué un partido político de la talla de los españoles -en Ecuador no hay uno que se los asemeje-, con democracia interna, historia y equipos profesionales, cae en desgracia. ¿Qué tal mal se tienen que hacer las cosas para que de una forma tan absurda y acelerada se pierda el apoyo popular?

En el caso del PSOE se me ocurren dos cosas: desconexión con el ciudadano y ambiciones desmesuradas de sus dirigentes. En el primer caso, el PSOE no entendió que los españoles los querían en la oposición. Controlando y vigilando al PP, pero en la oposición. Y, lo peor de todo, no entendieron que a lo que al político le parece emocionante y normal (elecciones y campaña) a la gente le fastidia y le parece innecesario. En ese sentido, bloquear un gobierno por meses y forzar nuevas elecciones fue un tiro en el paladar.

Lo segundo sí que es lo más lamentable. Que un tipo como Pedro Sánchez haya creído por un momento que podía ser presidente en estas circunstancias es imperdonable. Y que no haya cedido es inexplicable. Allí están los resultados.

cc) Artículo publicado en el Diario El Heraldo (domingo 16 de octubre del 2016)
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